Del baúl puedo sacar:

Las entradas a cine de la infancia.

Los guantes blancos de la casi novia.

El afán por el tiempo que se va de mi bisabuelo.

Las fotos de colgar al cuello de mi madre.

El perfumero, sin usar, de mi abuela querida.

Los tazos maltrechos y molidos de mi hermano.

Los te quiero mucho de las amigas del colegio.

El imán de nevera que se amarro a mi alma.

Los stiker de lunas y estrellas que hacían parte del cielo.

Las entradas a Cadillacs en ese maldito agosto.

Las formas de papel que volaban en otro cielo.

Las caricias de esa flor seca.

El encanto de los bocetos de mi nano.

La entrada al mundo de los sueños.

Los desesperos del soldado.

El amor del músico.  Las letras del poeta.  La prueba del no amor.

Las 30 canciones de Andrés.

El regalo de grado de papá. Los besos de mi madre.

La despedida de mi mujer azul, la más amada.

Las palabras de los muertos. Mis gritos silenciados.

Mis abrazos congelados.

El compromiso en el mar.

Los pedacitos de Perú.

La magia del rencor.

Mi camino a ti.

El pago del placer.

Mi afición por los zapatos de tacón.

El llavero viajero nuevo del nuevo amor.

La casa que nunca compre.

Los hijos abortados y su padre asesinado.

La pureza de mi locura.

La tranquilidad de mi silencio.

Mi mano alzada entre millones.

Las banderas izadas en el colegio.